Volver sobre el pasado es una responsabilidad moral, y la historia que narra Ararat da cuenta de ello, retomar un hecho que para muchos no tiene importancia pero que para otros significa todo es un acto de valentía y que requiere de gran esfuerzo; recordar un genocidio no es fácil, requiere de dedicación, esfuerzo pero sobre todo se necesita saber cómo recordarlo para no generar nuevos conflictos.
La película es enriquecedora, si no fuera por esta nunca me habría enterado de la verdadera historia que el gobierno turco ocultó. Pero considero que el proceso de recuperación de la memoria que se vivencia allí es un ejemplo a seguir para muchas personas e instituciones que día a día luchan por esto, es fascinante ver que la manera como ellos recuperan esa, o mejor esas memorias es por medio del séptimo arte. Al identificar este proceso se concluye que la recuperación de las memorias no es repetir los hechos sino comprenderlos.
Como menciona Nietzsche: es posible re actuar sobre el pasado y esto se ve claramente en la película, ellos retoman los hechos más importantes, más destacados y más impresionantes para mostrar una realidad pasada en el presente, los personajes estaban aprendiendo a ser a-históricos mas no a odiar la historia; lo que hicieron fue asimilar el pasado para que ya no les pesara, para no cargar con una historia no contada y que perturbaba sus mentes y sus corazones.
Esta película es un ejemplo de construcción de memoria, ya que desde experiencias individuales se narran los hechos, estas memorias son producto de la relación con otros como menciona Prust y se convierten en memoria colectiva; Esto es claro en Ararat pues toda una comunidad o grupo se une con un mismo objetivo, recordar y mostrar la verdad de lo que fue la masacre Van.
Uno de los aspectos que más se destaca de la película es el uso del cuerpo humano, es decir, el cuerpo se crea una memoria y es por medio de este que los seres humanos recordamos con más detalle cada acontecimiento violento en contra de los nuestros, la escena más impactante es la violación a una mujer en presencia de su hija, es por medio de estos actos que el ser humano siempre va recordar lo que sucedió, a causa de las heridas perduran en el cuerpo se puede confundir la justicia con la sed de venganza por parte de la víctima o sus familiares.
No cabe duda que el objetivo principal de Ararat es denunciar un hecho histórico el cual ha sido ignorado y olvidado por todos nosotros, definitivamente los muertos, el dolor, el sadismo, las violaciones, las torturas, esa desavenencia queda impregnado en los corazones de cada una de las víctimas, pero ese dolor se convierte en un malestar colectivo, el odio, el dolor y la sed de venganza son imposibles de explicar de una manera racional. A partir de la búsqueda por la recuperación de la memoria se genera un proceso de formación de identidad.
La memoria puede trascender generaciones, en la película se evidencia como los jóvenes cargan con un fantasma del pasado, un fantasma con características de dolor y resentimiento. Ellos no pueden dejar de vivir el duelo pero también viven el mundo actual.
Otro aspecto importante es plasmar la memoria por medio del arte, pues en el filme se resalta la historia del famoso pintor Gorky, es viable trasmitir experiencias por medio de este, pero estas deben comunicar la verdad o las verdades de las víctimas, si nosotros las conocemos la victima podrá superar una parte de su dolor, es decir, nuestro deber no es sentir vergüenza por lo que sucedió, debemos recordarlas, es decir, volver sobre la experiencia a partir de la memoria como lo propone Beatriz Sarlo, el testimonio es fundamental e importante aunque se ponga en duda su veracidad, pero este inaugura una nueva temporalidad, un eterno presente.
Finalmente esta película pone en duda lo que es ser humano, es posible que el humanizarse este en la violencia, es clara la desacralización de la vida, pues no se piensa en el otro. Este film es un ejemplo para la construcción de la memoria, para recordar y conocer los hechos, pero no tiene sentido recordar si no generamos estructuras de pensamiento diferentes, recordar es importante para preguntarnos si vale la pena pensar distinto.
A los muertos le debemos el recuerdo, es una responsabilidad metafísica, pero se puede identificar un problema ¿Cómo conciliar ambas partes en la memoria vivida frente a la masacre, a la tragedia, el dolor y la identidad que ejercen en el presente?